Historia de navidad (Hipervínculos)

 Historia de navidad (Hipervínculos)

Actividad. 

  1. Elabore una presentación en Power Point (cuento interactivo) con la siguiente historia. Deberá contener:
  2. Un menú interactivo para cada parte.
  3. 6 diapositivas mínimo
  4. Todas las diapositivas con Diseño y Transiciones
  5. Imágenes y movimiento
  6. Deberá guardarse como presentación y formato PDF


Link "Lista de trabajos"

Parte 1

Cuando en la noche de Navidad Javier descubrió que faltaba un regalo de los que había pedido a Papá Noel, comenzó a llorar y a gritar como un loco.

- ¡Quiero mi camión! ¡Quiero mi camión! - gritó fuera de sí, sin hacer caso al resto de sus regalos.

- ¡Javier! Papá Noel tiene que repartir juguetes para muchos niños y niñas - le dijo su madre intentando calmarlo.

- Deberías estar muy contento con todo lo que te ha traído ¡Eres muy afortunado! - dijo su padre.



Parte 2

Pero Javier, enrabietado, ese día se fue a la cama sin cenar.

A medianoche se despertó. Le pareció escuchar un ruido y se levantó de la cama para ver qué era. Se sorprendió muchísimo cuando descubrió en el pasillo a un hombre vestido con gorro y traje rojo, y con una larga barba blanca: ¡Papá Noel! Se tapó la boca cuando le salió un gritito involuntario.

- ¡Javier, estaba esperándote! ¿Se te ha pasado ya la rabieta? - le dijo Papá Noel mirándolo por encima de unas pequeñas gafas.

Javier titubeó y no supo qué contestar.

- ¿Has venido a traerme el juguete que me falta? - se atrevió a preguntarle.

- ¡No exactamente! Vengo a proponerte algo - le dijo.

Javier lo miró sorprendido.

- Aún no he terminado de repartir todo lo que me han encargado. ¿Quieres venir conmigo? ¡Me gustaría enseñarte algo y me vendría bien tu ayuda!

Javier lo pensó solo un momento.

- ¡De acuerdo! ¡Iré contigo!



Parte 3

Salieron a la calle y vio que un gran trineo, con dos bonitos renos, los esperaba a la puerta de casa.

- ¡Guauuuuu! - exclamó Javier admirado.

Subieron al trineo enseguida; se pusieron un cinturón de seguridad y Papá Noel gritó:

- ¡En marchaaaaa, renos!

Entonces los renos empezaron a correr cada vez más deprisa y dando un gran salto empezaron a volar. Javier miraba todo desde arriba con los ojos como platos. Cuando se lo contara a sus amigos no lo iban a creer.

- ¡Soooooooooooo, renos! - gritó Papá Noel.

Los renos de Papá Noel, entonces, empezaron a descender y pararon delante de una casa que parecía muy humilde.

- Vamos a dejar su regalo a Raquel - le dijo cogiendo a oscuras algo del trineo.


Parte 4

Javier no supo bien cómo lo hizo Papá Noel, pero agarrado de su mano, en cuestión de segundos estaba en el interior de la casa, en una estancia donde apenas había muebles. Papá Noel sacó una bonita muñeca y la dejó encima de unos viejos zapatos colocados en la puerta de una habitación.

- ¿Solo dejas eso? - preguntó Javier tirando a Papá Noel de la manga cuando vio que se volvía.

- Cuando Raquel despierte y vea la muñeca será la niña más feliz del mundo - contestó.

Subieron al trineo y continuaron el viaje. Sobrevolaron una bonita ciudad llena de altos edificios. Desde el cielo las luces dejaban ver un impresionante paisaje. Pero el trineo se fue alejando del centro de la ciudad, y Papá Noel mandó bajar a los renos donde apenas había unas farolas.

- ¡Soooooooooooo, renos! - gritó de nuevo.

Javier miró alrededor muy extrañado; estaba muy oscuro y había casas bajas con las ventanas y puertas muy deterioradas.

- Ahora vamos a dejar los regalos al pequeño Martín, a Noelia y a Jorge - dijo Papá Noel.


Parte 5

Como la vez anterior, sin saber bien cómo lo hizo, entraron en la primera casa. Papá Noel se volvió y le hizo una señal para que guardara silencio: en un camastro dormían una pareja y un niño pequeño. Sin hacer ruido dejó un oso de peluche en los diminutos zapatos que había en la habitación.

- ¿Solo dejas eso? - preguntó Javier de nuevo extrañado.

- Cuando Martín despierte y vea el osito será el niño más feliz del mundo - contestó.

Fueron a otra casa, y esta vez Papá Noel le dijo a Javier que dejara él los regalos: un balón y una pizarra con tizas de colores.

¿Solo dejamos eso? - preguntó por tercera vez. Y obtuvo la misma respuesta:

- Cuando Noelia y Jorge despierten y vean sus regalos serán los niños más felices del mundo.

Estuvieron toda la noche repartiendo juguetes, pero no volvió a preguntar nada.


Parte 6 y final

- ¡Javier! ¡Javier! ¡Son las once la mañana! ¿Qué te ocurre hoy? - oyó que decía su madre mientras lo zarandeaba.

Cuando Javier abrió los ojos no sabía dónde estaba.

¿Se ha marchado ya Papá Noel? - le preguntó a su madre.

- ¡Claro! ¡Ayer, después de dejarte los regalos! - contestó temerosa de que el niño volviera a coger una rabieta.

Javier se levantó, miró todos los juguetes que le había dejado Papá Noel, y no dijo nada. Al lado de su cama, en el suelo, había una tiza de color. El niño cerró los ojos y sonrió. Había aprendido mucho en ese viaje, y se sentía muy afortunado por haber conocido a Papá Noel en persona.






















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